La coronación de Poppea

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Julio 2023
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En italiano con subtítulos en alemán e inglés

 

Argumento

La acción se desarrolla en la Roma Imperial alrededor del año 60 de nuestra Era, en y alrededor de la villa de Popea y en diversos lugares dentro del palacio imperial.

 

Prólogo

Las diosas de la Fortuna y la Virtud disputan cuál de ellas tiene mayor poder entre los humanos. Se ven interrumpidos por el dios del Amor, quien pretende que tiene más poder que cualquiera de las otras dos: "Les digo a las virtudes qué han de hacer, gobierno las fortunas de los hombres." Cuando hayan escuchado esta historia, dice, admitirán sus poderes superiores.

 

Acto I

En la ópera, la heroína es Sabina Popea, segunda esposa del Emperador romano Nerón. La seductora, inescrupulosa y ambiciosa Popea, protegida por la divinidad Amor, quiere ser coronada emperatriz de Roma y para ello debe casarse con el emperador Nerón, de quien está enamorada. La ópera nos presenta una sucesión de intrigas con las que consigue vencer los obstáculos que se le interponen en su camino.

Otón llega a la villa de Popea, pretendiendo continuar con su amor. Viendo la casa guardada por los soldados del emperador Nerón se da cuenta de que ha sido sustituido, y su canción de amor se transforma en un lamento: Ahi, ahi, perfida Poppea! - "¡Ah, ah, pérfida Popea!". Él se marcha, y los soldados que esperan cotillean sobre los asuntos amorosos de su señor, su abandono de los asuntos de estado y el trato que da a la emperatriz Octavia. Nerón y Popea entran e intercambias palabras de amor antes de que Nerón se marche. Arnalta, aya de Popea, la advierte que tenga cuidado con la ira de la emperatriz y que desconfíe del amor aparente de Nerón, pero Popea tiene confianza: Non temo di noia alcuna - "No temo ningún mal".

La escena cambia al palacio, donde Octavia lamenta su suerte (Regina disprezzata, del monarca romana afflita moglie! - "Reina despreciada, ¡del monarca romano afligida esposa!". Su aya sugiere que tome un amante ella misma, consejo que Octavia rechaza enfadada. Séneca, anterior tutor de Nerón, se dirige a la emperatriz con palabras halagüeñas, y Valleto, el paje de Octavia, se burla de él, amenazando con incendiar la barba del anciano. A solas, Séneca recibe una advertencia de la diosa Palas que su vida está en peligro. Entra Nerón y le confía que pretende desplazar a Octavia y casarse con Popea. Séneca pone reparos; semejante acto sería impopular. Del senato del popolo non curo - "No me preocupan ni el senado ni el pueblo", responde Nerón, y cuando el sabio insiste lo despiden furiosamente. Popea se une a Nerón, y le dice que Séneca pretende el poder detrás del trono imperial. Esto enoja a Nerón hasta el punto de ordenar a sus guardias que obliguen a Séneca a suicidarse.

Después de que Nerón se marche, Otón se adelanta y no consigue convencer a Popea de que le devuelva su afecto, privadamente decide matarla. Una noble lo reconforta, Drusila; dándose cuenta de que nunca recuperará a Popea se ofrece casarse con Drusila, quien alegremente lo acepta. Pero Otón reconoce ante sí mismo Drusilla ho in bocca ed ho Poppea nel coro - "Drusila está en mis labios, y Popea en mi corazón".

 

Acto II

En su jardín, el dios Mercurio descubre a Séneca que pronto morirá. Llega la orden de Nerón, y Séneca instruye a sus amigos para que le preparen el baño del suicidio. Sus seguidores intentan convencerlo de que permanezca vivo, pero él rechaza sus ruegos (In un tepido rivo questo sangue innocente ch'io vo', vo' che vada a imporporarmi del morir la strada - "La cálida corriente de mi sangre inocente marcará con púrpura real mi camino a la muerte"). En el palacio el paje de Octavia flirtea con una dama de compañía. La muerte del filósofo, rodeado de sus discípulos y amigos, llena de alegría a Nerón que lo celebra emborrachándose con el poeta Lucano. Componen canciones de amor en honor de Popea.

En otro lugar de palacio Otón, en un largo soliloquio, pondera cómo podía haber pensado en matar a Popea a quien aún ama desesperadamente. Se ve interrumpido por una llamada de Octavia, quien para angustia suya le ordena matar a Popea. Amenazando con denunciarlo ante Nerón a menos que ejecute sus deseos, ella sugiere que se disfrace de mujer para realizar la hazaña. Otón se muestra conforme, clamando privadamente a los dioses para que dispensen su vida. Luego convence a Drusila para que le deje su ropa y se disfraza con ropa femenina.

En el jardín de la villa de Popea, Arnalta canta a su señora mientras se duerme, con el dios del Amor mirando. Otón, ahora disfrazado como Drusila, entra en el jardín y alza su espada para matar a Popea. Sin embargo Amor interviene e impide el crimen quitándole la espada de la mano; huye corriendo. Arnalta y Popea, ya despierta, lo ven correr y piensan que es Drusila. Llaman a sus sirvientes para que emprendan la persecución, mientras Amor canta triunfalmente Ho difesa Poppea, Poppea! - "¡He defendido a Popea, Popea!"

 

Acto III

Drusila reflexiona sobre la vida de felicidad ante ella, cuando Arnalta llega con un lictor. Arnalta acusa a Drusila de haber asaltado a Popea, y es arrestada. Cuando entra Nerón, Arnalta denuncia a Drusila, quien protesta que es inocente. Amenazada con la tortura a menos que revele a sus cómplices, Drusila decide proteger a Otón confesando su propia culpa. Nerón ordena que tenga una muerte dolorosa, punto en el cual Otón se adelante y revela la verdad: que él había actuado a solas, por mandato de la emperatriz Octavia, y que Drusila es inocente de complicidad. Nerón queda impresionado por la fortaleza de Drusila, y en un acto de clemencia perdona la vida de Otón, ordenando su destierro. Drusila escoge el exilio a su lado.

Pero el descubrimiento del complot de Octavia da pie a su repudio por parte de Nerón, quien la obliga a marcharse al exilio. Esto le deja el camino libre para casarse con Popea, que está encantada (Non più s'interporrà noia o dimora - "Ningún retraso, ningún obstáculo puede interponerse entre nosotros ahora").

Octavia se despide serenamente de Roma, mientras en el salón del trono del palacio se prepara la ceremonia de coronación de Popea. Entran los cónsules y los tribunos, y después de un breve eulogio, Popea es coronada emperatriz de roma. Mirándolo desde lo alto, se encuentran el dios del Amor y su madre, Venus y un coro divino. La obra se cierra con un dúo de Nerón y Popea en el que se consagra el triunfo del amor (Pur ti miro, pur ti godo - "Te miro, te poseo").

Programa y reparto

Fitxa artística

Direcció d'escena

Calixto Bieito

Dramatúrgia

Beate Breidenbach

Escenografia

Rebecca Ringst

Vestuari

Ingo Krügler

Il·luminació

Franck Evin

Vídeo

Sarah Derendinger

Producció

Opernhaus Zürich

Repartiment

NERONEDavid Hansen

OTTONEXavier Sabata

SENECANahuel di Pierro

LIBERTOJosep Ramon Olivé

LUCANOThobela Ntshanyana

VALETTONatalia Labourdette

LITTOREMilan Perišic

OTTAVIAMagdalena Kožená

POPPEAJulie Fuchs

DRUSILLADeanna Breiwick

FORTUNA / DAMISEL·LA DE L’EMPERADRIU / PALLADEFlorie Valiquette

NUTRICEMarcel Beekman

ARNALTAEmiliano González Toro

LA VIRTÚIrene Mas

AMORE / FLORIEJake Arditti

Membres de Le Concert des Nations

Membres de l'Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu

Director

Jordi Savall (10, 12, 15 i 21 juliol)

Director

Luca Guglielmi (17 i 19 juliol)

Gran Teatre del Liceu

El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad.

Actualmente es un teatro de titularidad pública (Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) administrado por la Fundación del Gran Teatre del Liceu, que incorpora, además de las citadas instituciones, el Consejo de Mecenazgo y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu.

Los orígenes. Del 1837 al 1847

El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional, organización de ciudadanos armados de la época de signo liberal, bajo la iniciativa de Manuel Gibert.
La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana.
 

El edificio de la Rambla

El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla.
El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El proyecto se financió mediante acciones mercantiles —que comportaban la propiedad privada de buena parte de los palcos y las butacas del futuro teatro— que dieron lugar a la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, llamada «Sociedad de Propietarios», la cual, desde 1855, se convirtió en responsable única del Gran Teatre del Liceu al separarse jurídicamente del Conservatorio del Liceu.
La explotación del Teatro fue confiada desde un principio a empresas concesionarias de los espectáculos, que tenían la obligación de ofrecer un número determinado de representaciones, recibiendo, a cambio, los ingresos por la venta de las localidades no adscritas a la Sociedad.
Esta situación perduró hasta 1980.
 

La creación del Consorcio

El régimen económico que regía el Liceu se mostró inviable a partir del último cuarto del siglo XX. En 1980, el primer gobierno de la Generalitat de Catalunya, ante el peligro de desaparición de una institución del prestigio cultural internacional del Liceu, crea, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, a las que se sumarían posteriormente la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura (1985 y 1986), el Consorcio del Gran Teatre del Liceu, que se hizo cargo de su gestión y explotación.
 

El incendio de 1994 y la construcción del edificio actual

El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas  (cesión ratificada en 1997).
A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.

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